Algo que puede sorprenderle, pero que seguramente encontrará en su visita a Cusco, es la venta abierta de hojas de coca y té de coca (mate) en mercados, cafés e incluso supermercados.

Las hojas de coca eran sagradas para los incas y desde entonces se han utilizado como remedio natural para muchas dolencias, como el dolor de cabeza, el dolor de garganta y los trastornos estomacales. Hoy en día, la hoja de coca es una parte vital de la identidad nacional peruana.
 
No es raro ver a la gente caminando por las calles de Cusco con un ligero abultamiento en sus mejillas. No teman, no están haciendo algún gesto facial grosero (¡esperamos!), simplemente están masticando hojas de coca (esto se hace de manera similar a masticar tabaco).
 
Muchos peruanos, especialmente los indígenas, mastican hojas de coca o beben té de coca de la misma manera que se bebe el café de la mañana para empezar el día. El mate de coca es similar en apariencia y sabor al té verde, ligeramente amargo con algo de dulzura. Al igual que la cafeína, los efectos de la coca incluyen un aumento de los niveles de energía (muy útil si tu agenda está repleta de visitas turísticas, compras o excursiones). Y un aumento de la atención.


Mate de coca 

Sin embargo, donde las hojas de coca son realmente útiles es para el tratamiento del mal de altura, algo que muchos visitantes de Cusco experimentarán. Las propiedades benignas de la planta son una especie de 'medicina milagrosa', y son muy efectivas para tratar los síntomas del mal de altura, o 'soroche'.
 
Si todavía eres un poco cauteloso de probar las hojas de coca o de beber mate, sólo recuerda que NO es cocaína. No es adictiva, ni te hará 'subir', y puede ser una bendición cuando se trata de la alta altitud de los Andes y el mareo resultante y los bajos niveles de energía. La mayoría de los hoteles ofrecen té de coca de cortesía las 24 horas del día para ayudar a los huéspedes a aclimatarse a la altura y confíen en nosotros, ¡funciona!