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En sus dos vidas anteriores, mucho antes de ser cuidadosamente restaurado y remodelado como hotel por el hotelero Orient Express, el Palacio de las Nazarenas de Cusco fue un convento y un palacio. Típicamente, los palacios y los conventos no comparten muchas de las mismas ambiciones para el futuro, pero extrañamente, este hotel se las arregla para recordar a ambos - atemporal y pacífico como un retiro espiritual, pero al mismo tiempo atentamente acogedor en todos sus detalles.
 
Tomemos como ejemplo este: para combatir los efectos del mal de altura en la ciudad de Cusco, el hotel, a petición del cliente, bombeará oxígeno a su habitación a través de un sistema de aire acondicionado. Es un pequeño detalle, sí, pero es sin duda una indicación del tipo de atención que se le da al huésped para asegurar una estancia relajante en los Andes. Este tipo de atención cuidadosa también se nota a través de los pisos radiantes que calientan el mármol peruano en los baños, y en el iPad de la habitación con una guía actualizada de la ciudad de Cusco, y sobre todo se muestra en la facilidad con la que uno encuentra un sueño reparador detrás de paredes insonorizadas y cortinas oscuras. Incluso la modesta llamada, Junior Girl Suite, no es una idea de última hora. Además de lo anterior, cuentan con muebles antiguos de madera tallada, una bañera y ducha separadas, servicio de mayordomo de guardia, flores frescas y un buen espacio para vivir. A través de la variedad de Suites, como las Grand Suites y las Master Suites, que disfrutan de originales techos tallados y hermosas vistas de la Plaza de Nazarenas, las posibilidades de vivienda están aumentando en tamaño, así como mejorando sus vistas de los alrededores desde sus respectivas terrazas.

 Belmond palacio nazarenas

Sin embargo, las áreas públicas también son una lección de detalle y meticulosidad. Por ejemplo, la habitación de invitados, situada en la antigua capilla del edificio que contiene una interesante colección de artefactos encontrados durante la restauración del edificio. Más en el balneario, se puede optar por una sala de tratamiento con suelos de cristal para poder admirar los antiguos muros de los Incas bajo la infraestructura del edificio. Como los tratamientos del spa, que utilizan ingredientes locales como la sal rosa andina, el maíz morado, el aguacate y el café, abren el apetito, el restaurante a la luz de las velas, junto a la piscina del hotel, sirve una cocina peruana moderna que utiliza las mismas hierbas y flores comestibles que se cultivan en la propiedad. Y dado el nivel de atención dedicado a la experiencia de los huéspedes aquí, es muy probable que también hayan criado abejas sin aguijón para polinizar las flores del restaurante.
 
Indicaciones para llegar al hotel:
Palacio Nazarenas se encuentra a 5 kilómetros (15 minutos) del Aeropuerto Internacional de Cusco. El servicio de traslado está disponible a un costo de USD $ 27 para 1 persona, USD $ 32 para 2 personas, USD $ 39 para 3 personas y USD $ 52 para 4 personas, de ida. Envíenos un mensaje al servicio de atención al cliente para que le ayuden a organizar el transporte.

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